El Club Social del Bienestar es la conspiración que subyace detrás de todas las conspiraciones y lo único que tendrá valor aún cuando todo el dinero haya ardido en la pira del turbocapitalismo. Se ubica allí donde no llega ningún camino, más allá de Roma, Nueva York o Hong Kong. El estado de conciencia del Estado, el paraíso fiscal de la Conciencia.
Una defensa salvaje del simulacro, la confusión y la decadencia como única forma posible de ahogar los incendios.
Durante las reuniones del Club, surgió El progreso económico del mundo: un artefacto poético y escénico urdido a tres mandíbulas y una sola mente colmena junto a Gonzalo Escarpa y Arturo Martí.
Quizás la mejor aproximación histórica jamás realizada a lo que debió de ser el único juguete del Niño Jesús.
Se estrenó el 30 de junio de 2019 en Off Latina y se mantiene indefinidamente en cartel dentro de los hipotálamos de quienes acudieron a participar de esta juerga moral. Listo para reaparecer cuando las señales sean propicias.
El progreso económico del mundo iluminó las contradicciones de la realidad. Desde entonces el mundo no ha hecho sino acelerar su profetizado desmoronamiento.
Los astros se alinearon durante la fase de confinamiento de la pandemia mundial de 2020 y el Club Social del Bienestar reapareció para estrenar la versión online de El progeso económico del Mundo. Una versión sin el aparato escénico-performativo, más apegada al texto bruto que die pie al montaje teatral, que encontró en esta iteración tecnológica una resignificación absoluta. No podía ser de otra manera, dado que la pandemia no era otra que la profecía autocumplida, autoinducida y suicida de la propia obra.
Para la actuación y su emisión en directo fueron necesarios aparatosos ensayos y múltiples ingenios tecnológicos. Mezclamos improvisación, vídeo y audio, e intentamos aprovechar las peculiaridades de la herramienta (Zoom) para lograr algo parecido a una realización audiovisual.